Durante su exposición en el encuentro organizado por LIDE, el CEO y presidente de YPF, Horacio Marín, presentó una visión de largo plazo que busca reposicionar a la petrolera como un actor central del mercado energético mundial.
Desde el inicio, Marín dejó en claro que su gestión se apoya en valores que definió antes de asumir: rentabilidad, eficiencia, profesionalismo, mérito, pasión y compromiso. “La diferenciación se logra con la pasión —expresó—, y la pasión se contagia cuando el management es coherente y cumple su palabra”.
En este sentido, explicó que renunció a privilegios históricos del cargo —como el uso de aviones privados, un ascensor exclusivo o flotas de camionetas— para enviar una señal interna contundente. Según afirmó, esta actitud contribuyó a generar un fuerte alineamiento y motivación entre los trabajadores.
A partir de allí, Marín presentó el Plan 4×4, que abarca los ocho años que durará su gestión. Este programa prevé llevar a YPF a una producción de 600 mil barriles diarios para 2031, aunque aclaró que el crecimiento está actualmente limitado por la falta de infraestructura.
En particular, destacó la necesidad de finalizar el proyecto VMOS, clave para reducir costos logísticos y aumentar la capacidad de transporte. Asimismo, señaló que, una vez completadas las obras, Argentina podría exportar hasta 700 mil barriles diarios, aunque el principal cuello de botella continúa siendo la capacidad portuaria.
Al mismo tiempo, la empresa avanzó en una decisión estratégica: salir de todos los campos maduros convencionales para concentrarse en áreas más productivas. Esta medida, explicó, forma parte de un proceso más amplio de ordenamiento del portafolio. En este marco, confirmó que YPF ya opera unos 16 mil pozos y que varias unidades de negocio pasarán por procesos de desinversión o transformación.
Entre las medidas más relevantes, Marín señaló que Metrogas se encuentra en proceso de venta, con un banco de inversión ya designado, y que YPF BIO, junto con el campo Durand y la empresa Refinor, conformará una unidad independiente que la petrolera planea adquirir en su totalidad.
Además, adelantó que YPF Agro y YPF Arenas se preparan para un spin-off y que se está buscando un socio estratégico especializado en exportación de granos, en línea con el modelo en el que los productores pagan combustible con granos. En paralelo, anticipó que YPF Luz podría alcanzar un EBITDA de U$S 1.500 millones para 2035.
Como parte de este proceso de ordenamiento, YPF decidió cerrar operaciones en Uruguay y Chile, que —según Marín— no eran significativas. También confirmó que la ex refinería de San Lorenzo será reconvertida en biorefinería, en sintonía con las tendencias globales de transición energética.
Nueva estrategia comercial y alto nivel tecnológico
Marín explicó que la red de estaciones de servicio se reorganizará en tres categorías: Premium —solo con combustibles Infinia—; YPF tradicional, que mantendrá el formato actual; y Low Cost, que operarán bajo las marcas Refinor (norte) y Refisur (sur). Este rediseño acompaña el avance tecnológico que, según Marín, está colocando a YPF “en estándares globales”.
En este punto resaltó el RTIC, el centro de control en tiempo real de la Torre YPF de Puerto Madero, al que calificó como “el mejor de América y posiblemente del mundo”.
A esto se suma la recuperación de la refinería de La Plata —que llegó a estar en estado crítico— y que recientemente fue reconocida como la mejor de Latinoamérica.
El proyecto que lo cambia todo
Aunque la exposición abarcó múltiples ejes, Marín insistió en que el proyecto más transformador —no solo para YPF sino para el país— es el desarrollo de LNG (Gas Natural Licuado) en Río Negro. “El LNG es más importante que el petróleo”, afirmó con énfasis, y detalló un plan escalonado en tres fases que posicionaría a Argentina como exportador global:
- Fase I (6 MTPA): dos unidades flotantes, en sociedad con ENI.
- Fase II (6 MTPA): una FLNG propia, con Shell como socio previsto, desde 2026.
- Fase III (12 MTPA): dos FLNG adicionales propias, junto con ADNOC, también desde 2026.
Con este esquema, YPF estima exportaciones por U$S 10.000 millones anuales durante 20 años, convirtiendo al país en un proveedor confiable y flexible para los mercados que demandan gas licuado.
El CEO de YPF explicó que el LNG ofrece ventajas determinantes: permite transportar gas a cualquier lugar sin necesidad de gasoductos, reduce su volumen 600 veces, tiene menor impacto ambiental que otros combustibles fósiles y constituye una reserva estratégica para muchos países. Por eso, consideró que este proyecto será el verdadero motor del reposicionamiento internacional de YPF.
Consultado sobre la aparente salida de petroleras extranjeras del país, Marín fue tajante: “No se están yendo”. A modo de ejemplo, señaló que Exxon vendió sus activos porque recibió una oferta muy atractiva y está enfocada en Guyana, pero remarcó que ingresaron Continental y ADNOC, esta última responsable de la mayor inversión extranjera actual en Argentina. Asimismo, destacó que todas las compañías del sector planean incrementar su producción.
Respecto del juicio en Nueva York, Marín aclaró que no afecta la gestión cotidiana de YPF y que, aunque se litiga en Estados Unidos, la causa se rige por legislación argentina, lo que —según un juez estadounidense— vuelve el proceso especialmente complejo y podría motivar su retorno a tribunales locales. Consideró probable un acuerdo.
Finalmente, Marín proyectó que, para 2031, YPF será una empresa global, altamente tecnológica, con recursos humanos de elite y capaz de distribuir dividendos a partir de 2028. Además, apuntó a que la compañía sea top 20 mundial entre las petroleras y alcance el top 10 mundial en shale oil para 2030.