
El Gobierno selló un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a mediados de abril, que comprometió desembolsos por u$s20.000 millones, en tramos, para las reservas del Banco Central (BCRA). Como parte de esa hoja de ruta, se habilitó la Fase 3 del programa económico, con dos pilares: la liberación parcial del cepo para personas humanas (no para empresas) y la adopción de un régimen de flotación entre bandas para el dólar.
El esquema de flotación definió un corredor para el tipo de cambio mayorista, con un piso y un techo dentro de los cuales el precio flotó libremente. En el arranque, el rango quedó entre $ 1000 y $ 1400; si la cotización tocara alguno de esos límites, el BCRA debió intervenir.
Se trató de un corredor “divergente”: las bandas se movieron 1% por mes. Tras las actualizaciones, el piso se ubicó en $952 y el techo en $1474,30. Así, el margen de flotación quedó más cerca del límite superior por la dinámica reciente del mercado.