El flujo de capitales internacionales hacia los mercados emergentes continúo a buen ritmo en febrero pasado, si bien con menor intensidad que la vista el mes anterior, pero firme en torno a los casi 23.000 millones de dólares, según estimaciones del Institute of International Finance (IIF). De esta manera a lo largo del primer bimestre del año los activos emergentes atrajeron aproximadamente unos 88.600 millones de dólares netos, lo que explica la bonanza vivida desde comienzos de año en los mercados emergentes. Habrá que ver ahora, con la crisis bancaria en EE.UU., cómo reaccionan, no solo los principales bancos centrales sino los inversores internacionales que apostaron a los emergentes.
Por lo pronto, con relación a lo acontecido en febrero pasado en un reciente informe el IIF destaca que su seguimiento de flujos de alta frecuencia muestra 18.700 millones de dólares de entradas en deuda de mercados emergentes excluyendo a China. Y con respecto al gigante asiático señala que “la relajación de las restricciones en China ha impulsado la confianza del mercado y ha permitido que la renta variable china ganara alrededor de 2.400 millones de dólares durante febrero”. Mientras que a nivel regional, los datos del IIF muestran fuertes entradas para los mercados emergentes de Asia y Latinoamérica (u$s11.800 millones y u$s7.300 millones, respectivamente).
¿Qué más pasó en febrero? Los flujos de cartera hacia los mercados emergentes se situaron en 22.900 millones de dólares, de los cuales 4.900 millones fueron captados por el mercado de acciones y 17.900 millones por el mercado de bonos, continuando así con el impulso positivo de principios de año. “Febrero ha visto la continuación de este ciclo de entrada gracias al repunte de la deuda de mercados emergentes (excluyendo a China). A principios de mes, un puñado de mercados emergentes emitió deuda nueva, lo que explica el sólido desempeño de la deuda”, explica el IIF. El monitoreo de flujos de alta frecuencia del IIF muestra entradas netas de 18.700 millones de dólares en deuda de emergentes (sin China). Vale recordar que el año arrancó a toda orquesta ya que en enero los flujos de cartera de no residentes hacia activos emergentes atrajeron unos 65.700 millones de dólares, de los cuales Asia recibió 34.400 millones y Latinoamérica 15.900 millones.
A pesar del alentador panorama, la task force de la banca mundial advierte que en la última parte del mes se han reavivado los temores de la inflación, lo que limitó el impulso positivo en los flujos. “En un futuro cercano, vemos que el nivel de flujos de entrada bajará, producto de un mercado más cauteloso, dada la postura monetaria aún agresiva de la Fed y el BCE”, afirma el IIF.
En cuanto al “carry trade”, los flujos que ingresan apostando al diferencial de tasas, los analistas del IIF consideran que si bien está impulsando el rendimiento de la deuda de los gobiernos de los mercados emergentes, pero también la moneda y la duration han hecho contribuciones positivas en lo que va del año. Sin embargo, los expertos de la entidad con sede en Washington, ven una divergencia regional entre los países del complejo emergente, con América Latina y los emergentes de Asia beneficiándose de una dinámica benigna del suministro de petróleo. Así y todo, “vemos nubes formándose en el horizonte”, alertan. Es que un renovado sentimiento agresivo de la Fed de Powell se está extendiendo a algunos mercados emergentes, lo que provoca que los receptores a corto plazo tengan dificultades a medida que las expectativas de las tasas de interés se retrasan aún más en el tiempo. Al respecto, explican que la incertidumbre sobre la política monetaria de la Fed puede impulsar la demanda de protección del dólar, ya que la relación entre la moneda de los mercados emergentes y la volatilidad de las tasas de interés de los EE.UU. continúa fortaleciéndose.
Fuente: Ámbito
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