
En diálogo con Modo Shale, la secretaria de Hacienda y Finanzas de Neuquén, Carola Pogliano, detalló los ejes del presupuesto 2026, que proyecta un superávit moderado y continuidad en la inversión en obra pública, pese a la baja del precio del barril.
La funcionaria explicó la estrategia fiscal prudente que impulsa el gobernador Rolando Figueroa, orientada a sostener el equilibrio financiero y reducir la deuda provincial, y se refirió además al inicio de la negociación paritaria con los gremios estatales, donde el gobierno busca mantener el diálogo, cuidar las cuentas y evitar compromisos salariales que excedan las posibilidades reales de la provincia.
– El presupuesto 2026 ya fue enviado a la Legislatura. ¿Cuáles son los números principales?
– Nosotros el 31 de octubre mandamos el presupuesto a la Legislatura. Estimamos que la semana entrante, o la otra, estaremos defendiendo el proyecto de ley. Enviamos un presupuesto de 7,55 billones de pesos, un 29% más que el del año pasado, y un plan de obras de un billón de pesos, que representa un 12% de incremento interanual.
– ¿Y cómo se proyecta el resultado financiero?
– Estimamos un resultado financiero de 132 mil millones de pesos, menor al del año anterior, porque nuestros gastos corrientes crecen más que los ingresos. Esto se debe a dos factores principales: el precio del petróleo, que estimamos en 63 dólares por barril, y el impacto de la inflación sobre el tipo de cambio. Para las regalías, tomamos un precio de 55 dólares boca de pozo, lo que implica una caída del 23% respecto al presupuesto anterior.
– ¿Cuánto influye esa baja del barril en los ingresos provinciales?
– Muchísimo. Más del 60% de nuestros ingresos corrientes dependen de los hidrocarburos. Entre regalías e Ingresos Brutos, la mitad de lo que recaudamos proviene de la actividad hidrocarburífera. Por eso una caída del precio del barril nos pone en alerta: afecta las dos principales fuentes de recaudación.
– ¿Cómo impacta esto en la obra pública?
–Nosotros tenemos un plan de obras de un billón cien mil millones de pesos. Parte se financiará con dos préstamos internacionales que se tratarán esta semana en la Legislatura, de 150 millones de dólares cada uno, con desembolsos plurianuales. El año que viene ingresarán unos 40 millones, alrededor del 15% del total. El resto se financiará con fondos propios y los créditos en curso con la CAF, que siguen activos. La instrucción del gobernador es clara: mantener el plan de obras pese al contexto.
–¿Y cómo está la situación de la deuda provincial?
– Hoy tenemos un saldo de deuda de unos 820 millones de dólares. Cuando asumimos, eran 1.260 millones, así que hemos cancelado un tercio del total heredado. Es un hito de gestión. Además, estamos cancelando casi todas las letras emitidas por la gestión anterior para gasto corriente, lo que baja el costo financiero.
– ¿Qué escenario prevén para 2026, considerando la baja del barril y el contexto nacional?
– El 2024 fue nuestro primer año de gestión y lo cerramos con superávit. En 2025 esperamos equilibrio fiscal y para 2026 proyectamos un superávit menor, de 132 mil millones de pesos. Si bien los ingresos crecen, lo hacen a un ritmo menor que el gasto. Somos muy prudentes: el precio del petróleo y la inflación son variables que pueden cambiar rápido, y preferimos un presupuesto austero pero realista.
– ¿Cómo es la relación con el Gobierno nacional?
– El diálogo está. Nación sabe que Neuquén es una fuente clave de divisas: todo el incremento de producción de Vaca Muerta se destina a exportación, lo que mejora la balanza del país. Pero también somos claros: Neuquén mantiene su superávit y su independencia. Queremos que nuestras decisiones sigan siendo autónomas, más allá del modelo económico nacional.
– Mencionaba el gasto corriente. ¿Qué peso tienen los sueldos en el presupuesto?
– Aproximadamente el 67% del presupuesto provincial se destina a salarios del personal. Neuquén tiene un sector público grande, con empresas provinciales como EPEN, EPAS y Vialidad, y con una fuerte presencia en educación, salud y seguridad, donde se concentra el 80% del empleo público. La composición cambió: hoy tenemos más docentes y personal de salud, porque el 70% de la población neuquina se atiende en el sistema público.
– También comenzó la ronda de diálogo con los gremios estatales. ¿Cómo avanza esa negociación?
– La primera reunión fue para escuchar los planteos de las cuatro agrupaciones. No se cerró nada: se tomó nota y se pasó a un cuarto intermedio. Neuquén es una provincia que negocia con anticipación, y la pauta vigente rige hasta enero. Eso da previsibilidad a los trabajadores.
– ¿Se mantendrá la actualización por IPC?
– Estamos siendo muy cautos. En 2024 tuvimos un acuerdo anual, muy valorado por los gremios. Pero hoy el contexto es distinto: la inflación sigue alta, el precio del barril no repunta y Nación exige equilibrio fiscal. Por eso el gobernador nos pidió prudencia y diálogo permanente. No queremos prometer ni exigir más de lo que se pueda cumplir.
