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El Gobierno lanzó un nuevo acuerdo de precios, esta vez para frutas y verduras, que en el último año tuvieron aumentos de casi el 150%, por lo que incorpora productos estacionales al programa Precios Justos. La meta de inflación de abril por debajo del 4% está prácticamente descartada, pero en el equipo económico aseguran que la pauta del 60% anual es “cumplible”, y pedirán cooperación a los sindicatos con las paritarias.

Cuando todavía no transcurrió un mes del lanzamiento de Precios Justos, un gran acuerdo que implica subas de precio mensuales del 3,2% para 10 sectores de la economía, en las empresas ya se empiezan a hacer una pregunta que todavía ninguna se animó a plantear: cuál será el futuro del programa si la inflación sigue corriendo al 6% mensual, como estiman la mayoría de las consultoras para febrero. La “zanahoria” del acceso a importaciones “viene lenta”, asegura el sector privado, y la nueva zanahoria serán créditos a bajas tasas para las empresas de los acuerdos, aunque con mucho más “palo”, vía incremento de multas por faltantes.

Este martes el secretario de Comercio, Matías Tombolini, anunció un nuevo acuerdo de precios. Será una canasta de 6 frutas y verduras con precios regulados, que estarán presentes en los supermercados del AMBA. Los precios se mantendrán fijos por un mes, y a fines de marzo serán actualizados. Ello ocurre, aseguró el funcionario, porque “esto es biología, no matemática”, haciendo referencia a los fenómenos climáticos que impactan en el sector.

“El sector mostró una altísima volatilidad al alza, entendíamos que teníamos que tomar algún curso de acción para poder moderar estos aumentos”, afirmó Tombolini durante el anuncio. Es que durante el último año, los productos estacionales fueron los que mostraron las mayores variaciones en la categoría de alimentos y bebidas. Frutas trepó 135,3% en el último año, según el último dato interanual de enero del Indec, mientras que verduras lo hizo en un 144,7%, contra una inflación del 98,8% en el mismo período.

Cuando asumió en agosto pasado, la inflación que heredó el ministro de Economía, Sergio Massa, fue de 7,4%. El objetivo de Massa fue bajar 1 punto cada 2 meses. En septiembre y octubre, la inflación mensual estuvo alrededor del 6%, y para noviembre y diciembre en 5%. Sin embargo, el bimestre enero-febrero cortó las aspiraciones oficiales.

La inflación de enero fue del 6%, y febrero será similar, según proyectan todas las consultoras privadas, y luego marzo es un mes estacionalmente de elevada inflación. Consultado en TV Pública acerca de si ya fue descartada la meta de abril de que la inflación “empiece con el número 3”, Tombolini afirmó: “Ojalá se logre la meta de abril, pero nuestro objetivo es anual, con una meta del 60%, que se va a llegar con una dinámica de precios descendente”.

El secretario aseguró que este primer bimestre estuvo sobre todo marcado por el aumento de los precios regulados, como las tarifas, que “tienen impacto de primera y segunda vuelta”. Para cumplir con la meta del 60% aseguró que la hoja de ruta será la de reducir el déficit fiscal y acumular reservas, con la dificultad que trae la sequía, pero también pidió acompañamiento de dirigentes empresarios y sindicatos. “Hay que trabajar por un sendero descendente y congruente con una pauta salarial que permita que cada vez se pueda comprar un poco más que el mes anterior. El movimiento obrero y el gobierno están del lado de la solución, las empresas tienen que elegir de qué lado están”, afirmó.

Durante el anuncio del acuerdo de frutas y verduras, Tombolini mencionó el “beneficio” de importaciones que se le da a las empresas que ingresan a los acuerdos de precios: “Pueden contar con el Estado para construir previsibilidad, tenemos un régimen especial construido para el sector importador de bananas que permitió trabajar en un acuerdo de precios”.

Sin embargo, en un relevamiento que hizo Ámbito en empresas privadas, afirmaron que la aprobación de las SIRA “no tiene la fluidez que debiera tener”. Mientras tanto, la Secretaría de Comercio de José Ignacio “Vasco” de Mendiguren se prepara para lanzar un crédito para las empresas dentro de Precios Justos, con tasas de más de 30 puntos por debajo de las de mercado.

La gran pregunta que se hacen las empresas es qué va a ocurrir con el abastecimiento del programa, si continúa la inflación en en 6% mensual, con aumentos autorizados al 3,2% hasta julio. Comercio se anticipa y ya lleva realizadas multas por $1.200 millones en el último semestre, y esta semana intimarán a la empresa de gaseosas más importante por vender un precio diferente al regulado en los comercios de proximidad, donde el Gobierno no puede relevar en tiempo real como hace con los supermercados.

“La voluntad de acompañar está, pero si la macro sigue alejada de la pauta del 3,2%, hay una conversación que vamos a tener que tener, porque sino el programa va a empezar a crujir por todos lados”, contaron desde una compañía de consumo masivo. “Hoy es la pregunta que nadie se anima a poner sobre la mesa, pero es lo que viene, porque los costos y el tipo de cambio no se mueven al 3%”, contaron en otra compañía. Desde un supermercado afirmaron que Precios Justos no está funcionando “de ancla”, y aseguran que el termómetro pasará por cómo se mueva lo que está por fuera del programa.

Fuente: Ámbito

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