… que, a 15 años de la 125 (y 40 de las expodinámicas), el balance de los últimos días en el campo fue extremadamente negativo por el mantenimiento de muy altas temperaturas, y menos que escasas precipitaciones (con pocas posibilidades de cambios en el corto plazo). Por caso, en el corazón agrícola de la Pampa Húmeda, como Venado Tuerto, en 10 meses apenas cayeron 30 mm. “Argentina sufre un escenario climático sin precedentes en la agricultura moderna”, señala la Bolsa de Comercio de Rosario que, tal como se preveía, volvió a recortar su pronóstico para maíz y soja. Tras destacar que los cultivos de verano están en “caída libre”, la entidad puntualiza que “El recorte de febrero a marzo significa que la producción de soja baje de 34,5 a 27 millones de toneladas, y la de maíz de 42,5 a 35 millones. No hay condiciones climáticas a la vista que permitan poner pisos a los rindes, o al área que no será cosechada. En soja, ya se estiman 2,6 millones de hectáreas perdidas, un 200% más que en la 2017/18”. El dato confirma un adelanto de Ámbito, de enero pasado, respecto a que el ciclo actual se va a ubicar en alrededor (o menos) de 100 millones de toneladas de cosecha, lo que hace prever una crisis económica de derivaciones insospechadas aún, tanto para la economía general como para el sector en particular. En general, todos los rubros productivos están afectados en distinta medida. De hecho, los cañeros de Salta y Jujuy se declararon en “estado de alerta” debido a la “situación caótica, sin agua para riego, sin financiamiento, y con un costo altísimo de electricidad que superan los beneficios de utilizarla”, advierten. Asimismo, destacaron que “los efectos fueron acumulativos durante las campañas 20/21 – 21/22 y la actual 22/23, ya que comenzamos con pérdidas significativas en los rendimientos culturales, pasando luego a la pérdida de cepa, plantaciones malogradas y hoy nos encontramos con que un gran porcentaje de cañaverales que no llegará a cosecha”. Se estima que en la zafra de este año, que comienza en mayo, las pérdidas superen 50% debido al grave estado de los cañaverales.
… que, mientras, se realizaba el remate del primer lote de girasol de esta campaña de alrededor de 4 millones de t (el cultivo que, tal vez, menos sufrió los avatares climáticos) presidido por el titular de la BCR, Miguel Simioni. El lote fue de José y Humberto Ganz, proveniente de Hermoso Campo, Chaco, y se vendió en $105.000 a la Unión Agrícola Avellaneda, luego de una puja que arrancó con el precio pizarra de $81.900. El remate estuvo a cargo de Lucas Ficosecco (Agricultores Federados Argentinos). Por su parte, el analista Jorge Ingaramo consideró que “la participación argentina en el comercio mundial de aceite de girasol subiría a 8,4%. La de Ucrania bajaría hasta 34% (solía superar el 50%). Rusia aportaría el 34%”. A su vez, dijo “El aceite de girasol en Rotterdam cotiza para abril, u$s/t 1.190 y 10 dólares más julio”. “El regreso importador de India permitió revertir la tendencia negativa en las importaciones mundiales de aceite de girasol, y las ventas argentinas de aceite de girasol en bruto, correspondientes a 2022 alcanzaron los 1.315 millones de dólares; con una suba interanual del 54%”, sintetizó Ingaramo. Sin embargo, la mayoría de las miradas se volcó hacia el sector ganadero, que sigue expulsando cantidad de hacienda, por falta de pasto. También, la paulatina suba del Paraná tras las copiosas lluvias aguas arriba (en Brasil) comienza a obligar a “desplazar” animales desde las islas hacia las márgenes, donde en general, el pasto brilla por su ausencia. Esta situación permitió que se llenaran los feed lots, lo que no ocurría hace tiempo, aunque esa hacienda recién estará lista para junio-julio. Lo mismo ocurrió con las restantes categorías y sólo el gordo zafó, hasta ahora, de las bajas generalizadas. Según el Doctor Young, especialista en mercado internacional, la demora de China en reingresar a las compras de carne vacuna mantiene también presionados los precios de la categoría por excelencia para ese destino: la vaca conserva. Sin embargo, la industria se estaría stockeando (con precios internos bajos) a la espera de que el gigante asiático, cuyo PBI este año crecerá más de lo previsto, vuelva a las compras, y se retome la tendencia alcista de los valores.
Fuente: Ámbito
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