Durante este 2023 la Argentina ya no tendrá que cumplir metas trimestrales dentro del acuerdo de Facilidades Extendidas firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sino que las fiscalizaciones finales que determinarán la aprobación (o no) de lo comprometido con el organismo que maneja Kristalina Georgieva, se determinarán de manera anual. Hacia delante, y una vez que se cierren las negociaciones que están finalizando en estas horas en la sede del Fondo en Washington, el tilde verde de este ejercicio se considerará cuanto termine el año y se controle la ejecución de las metas sobre ejercicio completo. Algo que en términos cronológicos sucederá en el primer trimestre de 2024, cuando, obviamente, esta gestión ya haya dejado el poder para que siga adelante la negociación con el organismo el próximo o próxima jefe/a de Estado.
La decisión de analizar el cumplimiento de las metas de manera anual y no trimestral no implica alteraciones en los dos porcentajes que permanecen firmes dentro de lo acordado con el FMI en el Facilidades Extendidas vigente desde el 25 de marzo del 2022. El 1,9% del PBI de déficit fiscal final y la frontera de emisión monetaria de un 0,6% en todo el ejercicio, se mantendrán ineludibles, innegociables e inmodificables. Pero el Fondo esperará al final del año para controlarlas y aprobarlas. Mientras tanto, sólo habrá observaciones puntuales y punzantes sobre si la proyección fiscal y monetaria apunta o no a cumplir lo comprometido. No es poco. Más teniendo en cuenta que los primeros pasos en cuanto a los ingresos y la recaudación que exhibe el país están siendo problemáticos.
El cambio fue discutido y acordado en la reunión que el sábado pasado mantuvieron en la cumbre del G20 el ministro de Economía Sergio Massa y Georgieva. Ahora está siendo negociado en estas horas por los tres funcionarios argentinos y los tres responsables del FMI que están terminando de discutir en Washington los próximos pasos del Facilidades extendidas. El viceministro de Economía Gabriel Rubinstein, el jefe de Asesores Leonardo Madcur y el secretario de Hacienda Raúl Rigo. Por parte del FMI, escucharán, consultarán, discutirán, y, finalmente, decidirán si todo está o no bien (por orden de importancia en la estructura del organismo), la número dos Gita Gopinath (de regreso luego de su paso por la cumbre de ministros de Economía y presidentes de bancos centrales del G20 en la India), el director interino para el Hemisferio Occidental Nigel Chalk y el encargado para el caso argentino, Luis Cubeddu.
Los números y porcentajes están ahora en poder de la economista norteamericana, el británico y el venezolano; quienes tendrán que dar en horas el visto bueno a los números y porcentajes del 2022; además de determinar la nueva meta de incremento de Reservas Internacionales Netas (RIN) que Argentina deberá contabilizar en la cuenta del BCRA a fin de año. Este número, que también será analizado de manera anualizada y no trimestral, será anunciado en horas. Pero ya está claro que si bien debe haber un monitoreo, no habrá que llegar a los u$s7.200 millones que originalmente el país debía haber tenido en el RIN al 31 de diciembre de 2023.
Fuente: Ámbito
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