
El Cedear más importante de la bolsa local anunció cuándo pagará su dividendo trimestral en dólares que se deposita automáticamente en las cuentas comitentes. De esta manera, los inversores podrán gozar de una renta periódica en moneda dura para reducir la volatilidad de sus carteras.
Cuál es el Cedear más famoso que anunció un pago de renta
Se trata del Cedear del SPDR S&P 500 (BCBA: SPY), el fondo cotizado en bolsa (ETF, por su sigla en inglés) que replica el comportamiento del S&P 500, el índice que nuclea las 500 compañías más importantes del mercado estadounidense, ponderadas por capitalización bursátil.
Puntualmente, se dio a conocer que todos los tenedores del Cedear del S&P 500 recibirán u$s0,0915557 por título a pagar el próximo 3 de noviembre de 2025 a quienes hayan mantenido la posición al cierre del pasado 19 de septiembre.
Cuando se analiza el desempeño del S&P 500, la atención suele centrarse en la evolución del precio de las acciones. Sin embargo, los dividendos representan un componente clave de la rentabilidad total y, en muchos casos, marcaron la diferencia entre un resultado mediocre y un rendimiento sobresaliente.
La importancia de los dividendos en el S&P 500
Históricamente, los dividendos aportaron entre el 30% y el 34% del retorno total del índice. Según datos de S&P Global y Hartford Funds, desde 1926, alrededor de un tercio de las ganancias acumuladas provino de pagos en efectivo a los accionistas.
Este aporte se potencia cuando los dividendos son reinvertidos, generando un efecto compuesto que multiplica los beneficios a largo plazo.
La importancia de los dividendos se hace más evidente en periodos de menor crecimiento o volatilidad. En décadas donde el avance de los precios fue limitado, la contribución de los dividendos llegó a ser decisiva para mantener retornos positivos.
Además, ofrecen un flujo de caja real que puede utilizarse o reinvertirse, reducen la dependencia de la apreciación de las acciones y suelen ser señal de solidez financiera de las empresas que los pagan.
Un ejemplo claro surge al considerar un retorno promedio de 10% anual: entre tres y cuatro puntos porcentuales de esa ganancia corresponden históricamente a dividendos. Ignorarlos implica subestimar el verdadero potencial del índice y perder la ventaja del interés compuesto.