Ayer, el directorio del Banco Central decidió prorrogar hasta el 30 de septiembre la Línea de Financiamiento para la Inversión Productiva (LFIP), que otorga facilidades especiales para el desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs).

Se trata del programa puesto en marcha por la entidad que preside Miguel Pesce en el contexto de la pandemia en 2020, que se convirtió en la principal vía por la que se canalizan los créditos a MiPyMEs en el país y, según el BCRA, el saldo promedio de las financiaciones otorgadas entre el primero de octubre de 2022 y el 31 de enero de 2023 en el marco de esa línea alcanzó los $1,28 billones, que equivalen a casi el 75% de los préstamos a MiPyMEs y a alrededor del 45% del total de préstamos comerciales.

Hasta el momento, los préstamos otorgados a través de esta línea acumularon desembolsos por aproximadamente $4,44 billones, alcanzando a más de 379.000 empresas y el BCRA señaló que las condiciones de los préstamos otorgados en el marco de la LFIP permitieron que el crédito a las MiPyMEs en términos del PIB se sostenga por encima del registro previo a la pandemia y por encima de su promedio histórico.

Según establece la norma, las entidades financieras deben mantener un saldo de financiaciones dentro de esta línea que sea equivalente, como mínimo, al 7,5% de sus depósitos del sector privado no financiero en pesos, calculado en función del promedio mensual de saldos diarios a marzo de 2023.

Fuente: Ámbito